Horacio se preguntaba «si acaso era posible con algunos versos expulsar del pecho los dolores, la pasión abrasadora o las cuitas». Este poemario de Gabriela Riveros muestra que las preguntas no cambian mucho. Que desde sus orígenes la pérdida, el dolor, y el deseo son una constante expresada de forma diversa. La poeta ha llegado al límite, y en la orilla se detiene para mirar, no el exterior que tiene a la vista, sino hacia dentro, en lo que es su vida íntima, voz cuya honestidad alcanza simas profundas de decepción y desilusión, de un pasado que no se puede cambiar: La poeta se siente asediada por una interioridad que alumbra las cosas, ahora bajo otra luz, otra edad, otra mirada.
Navegando en Google libros, nos encontramos con los siguientes datos biográficos de la autora:
Gabriela Riveros (Monterrey, N.L., México 1973) es licenciada en Letras Españolas por el Tecnológico de Monterrey y tiene una maestría en Humanidades de la Universidad de Monterrey. Estudió cursos de literatura comparada y psicología (en la Universidad de Harvard, La Sorbona y en la Universidad Iberoamericana). Sus cuentos, poemas, ensayos y cuentos infantiles han obtenido más de una docena de premios nacionales e internacionales, y se han publicado en antologías y revistas de México, España, Argentina, Colombia, Alemania y Estados Unidos.Publicar un poemario en estos tiempos es una apuesta muy arriesgada ya que vivimos una época en la que cada vez se leen menos libros físicos y más memes en Internet; por eso, aplaudimos el valor de escritores como esta mexicana que quiere dar a conocer su obra en todo el mundo.
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