Aunque el pasado 19 de junio se cumplió el primer centenario de la muerte del poeta mexicano Ramón López Velarde, no va a ser sino hasta mañana 5 de julio del 2021 cuando tendrá lugar un doble homenaje al autor de "Suave patria", considerado el poeta nacional de México, en las instalaciones del Instituto Cervantes en la capital española. Con motivo del primer centenario de su fallecimiento, se han organizado dos eventos el día de mañana que tendrán como motivo recuperar su vida e importancia.
Por principio de cuentas, a las 19:00 horas, el director del Instituto de Cultura Zacatecano ‘Ramón López Velarde’, Alfonso Vázquez Sosa, depositará un legado ‘in memoriam’ en la Caja de las Letras (la número 1441), en un acto en el que también intervendrán el director del Cervantes, Luis García Montero, y Andrés Ordóñez, diplomático y director del Centro de Estudios Mexicanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en España. Más tarde, a las 19.30 horas, el director de la Academia Mexicana de la Lengua, Gonzalo Celorio, dictará una conferencia en honor del poeta homenajeado.
Muchas veces pasamos por alto la existencia de este poeta mexicano quien, con su trabajo y, especialmente, con su obra "Suave patria", ha logrado ser considerado como el poeta nacional de México.A su muerte, a instancias de José Vasconcelos Calderón, se le tributaron honores como poeta nacional, y su obra (sobre todo, el poema La suave patria) se exaltó como expresión suprema de la nueva mexicanidad nacida de la Revolución. La apropiación oficial no excluyó otras lecturas de su obra: los poetas del grupo Los Contemporáneos vieron en él, junto a Tablada, el comienzo de la poesía mexicana moderna. En particular, Xavier Villaurrutia destacó la centralidad de López Velarde en la historia de la poesía mexicana, y lo comparó con el francés Charles Baudelaire.
El estudio más completo sobre su figura lo realizó el estadounidense Allen W. Phillips en 1961, dando pie a un iluminador estudio de Octavio Paz, incluido en su libro Cuadrivio (1963), en el que hace hincapié en la modernidad del poeta jerezano, al que relaciona con autores como Jules Laforgue, Leopoldo Lugones o Julio Herrera y Reissig. En Borges, del argentino Adolfo Bioy Casares, se consignan varias consideraciones sobre López Velarde, en especial en torno a poemas como “El retorno maléfico” o La Suave patria, sobre la cual Borges opinaba que «es una extraordinaria prueba de la variedad lograda por López Velarde con los endecasílabos». Por su parte, Bioy afirma: «Lo más admirable de López Velarde es haber logrado, en “La suave patria”, con su modernismo tan barroco y metafórico, una poesía intensa y fluida. Generalmente es más intensa y fluida que la de Lugones».
Otros críticos, como Gabriel Zaid, centraron su análisis en el catolicismo de López Velarde y en sus años de formación. En 1989, con motivo del centenario de su nacimiento, el escritor mexicano Guillermo Sheridan escribió una biografía del poeta, titulada Un corazón adicto: la vida de Ramón López Velarde, quizá la más completa hasta la fecha.
Su obra, como la de José Juan Tablada, marca el momento de transición entre el modernismo y la vanguardia. La eclosión de los ismos en el ámbito hispánico se anuncia ya en su novedoso tratamiento del lenguaje poético y, al mismo tiempo, la dualidad que preside su obra (el contraste entre las tradiciones del campo y la turbulencia de la ciudad, y su propio forcejeo angustiado entre las inclinaciones ascéticas y sensualidad pagana) tiene un claro carácter romántico-modernista.
Actualmente en la Ciudad de México se encuentra el museo Casa del Poeta Ramón López Velarde en el cual fue su morada durante los últimos 3 años de su vida.
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