Es totalmente cierto que cuando dos mexicanos se encuentran, y más si lo hacen fuera de su patria, uno de los temas que invariablemente sale a flote es el de la comida. Esto ya lo he comentado en otras ocasiones, pero hace unos días volví a corroborarlo en carne propia. Da la casualidad que un sobrino mío, chef de profesion que reside en Inglaterra, vino unos días a España y, cuando nos encontramos, salió a la palestra el eterno dilema: si un tamal debe comerse o no dentro de una pieza de pan, como lo hacen muchisimos mexicanos, cuando degustan de una típica guajolota capitalina.
Pues bien, el tema de los tamales me vino a la mente cuando comencé a leer el texto escrito por Diego Gómez Pickering titulado De chile, mole y manteca: la conquista mexicana de los paladares ibéricos y que ha sido publicado en el blog del Observatorio de México en España que dirige el profesor e investigador universitario José Ramón Santillán Buelna. En su texto, Gómez Pickering comienza hablando sobre los tamales: una de las piezas más representativas del universo culinario mexicano... para luego abordar, en general, la situación gastronómica mexicana en España.
Diego Gómez Pickering es corresponsal para África Subsahariana del semanario mexicano Proceso. Es diplomático, periodista y escritor. Doctorando en Diplomacia y Relaciones Internacionales por Euclid Univesity y maestro en Desarrollo Cultural por la Universidad de Columbia en Nueva York, EE.UU. su libro más reciente es Cartas de Nueva York (Taurus, 2020). Esta es una colaboración especial para el Observatorio de México en España (Obsmex).Es muy cierto que poco a poco las cosas en España, por lo que respecta al tema de la gastronomía mexicana, ha ido cambiando a mejor, no sólo porque vamos encontrando cada vez más ingredientes para elaborar recetas caseras sino porque además, la gente puede tener acceso a comida mexicana en restaurantes que preparan platillos de la auténtica cocina tradicional.
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