Es totalmente cierto que cuando uno se encuentra fuera de su país, uno se topa con costumbres que muchas veces son totalmente diferentes a los que uno esta acostumbrado. Pero precisamente en ese contraste de costumbres, para mi punto de vista personal, es donde reside la verdadera riqueza de la experiencia del viajero, porque nos permite contrastar, comparar y asumir lo que a nuestra propia personalidad se puede adaptar. Resulta obvio expresar que para un mexicano la navidad mexicana resulta muy cercana. Pero lo verdaderamente interesante es adoptar todo aquello que no siendo propio nos gusta y nos viene bien.
Les invitamos a que lean el artículo por completo porque resulta muy interesante, pero para abrir boca aqui les ponemos unos parrafos del texto:
La época navideña en México equivale a estar con la familia y los amigos. Para algunos, incluye completar el mítico maratón de fiesta Guadalupe-Reyes. La Navidad mexicana se puede resumir en familia, posadas y comida, mucha comida. Según datos del 2016 del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), 12.027.320 mexicanos viven fuera y parte de ellos no regresan a casa por Navidad.
Al igual que nuestras posadas y tradicionales piñatas sorprenden a los extranjeros que viven en México, los compatriotas que viven en el exterior se ven sorprendidos por las costumbres de otros países durante esta época. El choque cultural navideño sucede en lugares cercanos como Estados Unidos (donde viven el 97,33% de los mexicanos fuera del territorio), en el que por ejemplo, no se celebra el Día de Reyes.
Hemos preguntado a mexicanos que viven en el exterior a través de grupos de Facebook qué tradiciones navideñas han descubierto en su lugar de residencia. Estas son algunas de las cosas que nos han contado sobre lo que les choca de la Navidad alrededor del mundo:
Seguramente cuando lean el artículo completo descubrirán muchas de las manías características de los mexicanos en tiempos navideños cuando están fuera de su país. Algunos se identificarán, otros no tanto, pero en general el texto es muy gracioso y merece la pena leerlo.
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