sábado, enero 01, 2022

José Luis Haces, veracruzano afincado en Segovia, autor del libro "Todavía lo tenemos todo"

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Sin lugar a dudas, uno de los aspectos más gratificantes de estar al frente del Portal Mexicanos en España, es el de conocer a muchos paisanos y, a través de su contacto, tener acceso a historias muy interesantes. A lo largo de estos casi 19 años de vida de la comunidad virtual, he tenido la fortuna de encontrarme a gente creativa y emprendedora cuya trayectoria me ha resultado tan atrayente que me parecía de justicia darla a conocer. Uno de esos casos es la del fotografo veracruzano afincado en Segovia, José Luis Haces Fernández.

El pasado mes de septiembre, José Luis presentó en el Auditorio del Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad castellano-leonesa de Segovia, su libro "Todavía lo tenemos todo". Este fotolibro consta de 57 imágenes en 124 páginas, y toma como contexto geográfico e histórico el canal de Castilla que es "...una de las obras de ingeniería hidráulica más importantes de las realizadas entre mediados del siglo XVIII y el primer tercio del XIX en España." Su historia como fotógrafo, editor y promotor cultural, siendo un mexicano en España, merece desde mi punto de vista ser difundida y para ello le he propuesto mostrarla por medio de una entrevista.
Esta es la entrevista completa que le he hecho a José Luis Haces:
¿Cómo es que un veracruzano, de Poza Rica, ha venido a dar a España?
Mi ahora esposa (asturiana) y yo vivíamos en Veracruz puerto, cuando a insistencia de su madre, decidió venir a presentarse a una oposición a maestra en Castilla y León. Sorprendentemente, por el escaso tiempo que dedicó a prepararlas, las aprobó y decidimos venir a ver que tal se nos daba la experiencia de vivir juntos en España. Yo antes había vivido en Los Ángeles, por lo que emigrar no era algo nuevo ni era algo que me provocara nervios o inquietud. La experiencia en California había sido gratificante.

¿Desde cuando estas viviendo en España?
Llegué en diciembre del 2005, inicialmente llegué Astorga, en la provincia de León, lugar donde habían asignado plaza a mi esposa, Clara, y al que ella había llegado desde agosto. En mi caso, la estancia fue breve porque en febrero, 2 meses escasos después, mi padre murió de repente. Me volví, estuve 3 meses acompañando a mi madre y haciéndome cargo de algunos trámites y básicamente asimilando el golpe. Así que sólo volví a hacer la mudanza porque ese era un año de prácticas y tocaba un nuevo destino: Cantalejo, un pueblo de 3.600 habitantes a 50 kms de Segovia.

Cuéntame, ¿quienes conforman tu familia?
La base de todo es, claro, mi esposa, Clara Ramos. Tenemos 3 hijos, Óliver, de 10, y un par de mellizos, Jara y Mario, de 5.

¿Cómo ha sido tu proceso de adaptación en España siendo mexicano?
Nada difícil. Una de las cosas en las que había trabajado en México era enseñando inglés, así que empecé haciendo eso. Dar clases te permite conocer gente y socializar. No dejamos de ser un poco exóticos, y casi siempre bien vistos, así que primero en Cantalejo, donde vivimos un año, y desde el 2007 en Segovia, siempre he gozado de la suerte de tener amigos y gente que te ve con buenos ojos. Debo añadir que al estar en un país extranjero me siento mas obligado a ser mas exigente conmigo mismo en lo social y lo cívico. Intento ser lo más respetuoso posible de las normas y no olvido que aunque sea mínimamente, los emigrantes representamos a un pueblo y eso hay que trabajarlo.

¿Has tenido algún problema o dificultad por ser un mexicano en España?
No que yo recuerde. Yo soy, o intento ser, siempre muy educado, pero no me lo pienso dos veces si tengo que hacerme oír y exigir respeto. No voy por la vida dando lecciones a nadie, pero no acepto tampoco la mala educación. En otros aspectos, tampoco puedo decir que ser mexicano haya sido un factor para tener algún problema más que el pueda tener otro extranjero. De hecho, en más de una ocasión me han dicho que ya entrada les caigo bien por ser mexicano, algo que por desgracia no sucede con todas las nacionalidades que se congregan aquí.

¿Tienes relaciones o te has encontrado con otros mexicanos en España?
En Segovia hay muy pocos, siempre escucho de alguien de por aquí o por allá, pero sólo en una ocasión, y por medio del foro de mexicanos en España, un paisano de PR me contactó y llevamos ya años en contacto, Alejandro Vargas vive en Madrid, fuimos a la misma escuela primaria con algún año de diferencia, en su momento ambos estábamos casados con españolas maestras de inglés, con un gato y viviendo en un ático, lo cuál nos pareció super gracioso. Por otro lado, Vero Arreola, una gran amiga de la juventud también se vino a España y Cecilia Madrigal, exalumna mía en Veracruz y con quien me une una gran amistad ahora, vive en León con su marido y su pequeño Gael.

¿Además de tu profesión, qué satisfacciones te ha dado la fotografía?
Muchas. Aprender a mirar con mas atención y profundidad. Leer la luz y reconocerla como una oportunidad para una toma. También el hecho de hacer trabajos que me han obligado a esforzarme para lograr un resultado digno ha sido una gran satisfacción. Además, al llegar aquí, los paseos en solitario con la cámara me ayudaban a pasar el tiempo de manera muy disfrutable. Con el tiempo, encontré un grupo de entusiastas y eso me ha traído muchos amigos, y algunos muy cercanos. Con este grupo, desde hace mas de 10 años, organizamos SegoviaFoto, y desde ahí hemos podido traer y conocer a casi todos los mejores exponentes de la fotografía española. Eso es un lujazo.

La fotografía en ti no es solamente tomar fotos ¿o me equivoco?

Para nada. La fotografía es un lenguaje. La revolución que llevamos viviendo nos hace pensar que la fotografía está en Instagram o en redes similares, pero eso es solo la parte light o de entretenimiento de la fotografía. Yo, por ejemplo, sólo tomo en serio mis fotos cuando forman parte de una serie o un proyecto. Las fotos sueltas pueden ser muy buenas o divertidas, no hay nada malo en ello, pero es como si eligieras escribir líneas y nunca acabaras un párrafo. Un poema sin acabar es eso, un principio, pero no un final.

En estos tiempos de la digitalización ¿sigues tomando fotos analógicas o te has reconvertido a las nuevas tendencias?
Dejé lo analógico desde antes de que apareciera lo digital, pero esa es otra historia. Lo digital es mas ventajoso, más práctico y encima de todo, más económico. No que no me guste el analógico, pero prefiero ser práctico.

¿Te vales de programas de edición para mejorar y manipular las imágenes que tomas con tu cámara?
Sin duda. Aunque a veces la toma queda casi perfectamente equilibrada, en la mayoría de los casos la imagen mejora con un mínimo de retoque, y todos lo consideramos como parte de un proceso normal. Tan es así que desde el momento en el que abrimos Photoshop o similar también abrimos múltiples opciones que nos obligan a tomar decisiones que a su vez determinan el estilo de cada autor. Te aseguro que cada uno tomará una decisión distinta.

¿Qué significa el libro "Todavía lo tenemos todo"?
Mucho, significa un logro porque terminar un proyecto es eso. Significa una gran satisfacción porque el resultado fue el que buscaba, desde el punto de vista libro-objeto. Puse mucho empeño, tiempo, recursos, y sobre todo cariño, porque el cariño se nota en el resultado de lo que haces. El libro se centra, geográficamente, en una región, la que rodea y baña el Canal de Castilla. El canal es una obra tan maravillosa, magnifica e imponente como desconocida para la mayoría de la gente. Luego viene la historia en el libro y su secuencia, la que manejé como una metáfora de la vida, tomando en cuenta que el canal nace, crece, envejece, se reinventa, pero no muere, deja legados y da lecciones de supervivencia, tal y como puede pasar fácilmente en la vida de cualquiera.

¿Qué andadura ha tenido el libro y cual es el que esperas que tenga?
Hice el libro de manera personal, auto-editado, haciendo todo lo que se puede hacer. Hice las fotos, escribí los textos, preparé la edición, solo delegué el diseño porque no controlo ese aspecto, y pensé que tenía un buen proyecto en mis manos y que iba a ser una pena arruinarlo con un mal diseño. Hice 110 ejemplares, que no es un mal número porque una gran cantidad de ediciones de fotolibros suelen ser de 200. Lo presenté en el Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad, había aforo limitado, y llegó tal cantidad de gente que hubo que ampliar áreas y aún así se quedó gente afuera. A la fecha, he vendido 90 y no hago mas esfuerzos porque mi meta era vender 80 y recuperar lo invertido. En la crítica, puedo decir, sin falsas modestias, que los comentarios han sido muy favorables y que incluso gente a quien no conozco y que sabe de este mundillo, lo ha criticado de manera muy positiva. Nunca fue mi intención convertirlo en un best seller o que fuera un lanzamiento para mi carrera. Me apetecía tener algo que pudiera ser disfrutado sentado cómodamente en el sofá y que quedara ahí para el futuro. Si con el tiempo surge algo, perfecto, si no, con lo que llevo ganado me basta.

¿Cuáles son tus planes profesionales a corto y mediano plazo?
Desde la asociación cumplimos la meta anual de organizar exposiciones, talleres y conferencias, y trabajamos para ello con el Ayuntamiento de la ciudad. Para este año que comienza hemos iniciado el proceso para llevar a cabo una exposición colectiva con los socios. También presentamos una propuesta al ayuntamiento de la ciudad para dinamizar La Cárcel, Centro de Creación, un centro cultural sub-utilizado y en el que podríamos aportar mucho para seguir contribuyendo al tejido cultural de la ciudad. Siempre hay proyectos, ideas o ilusión por crear. Una vez que estás en esta dinámica, ya es difícil parar.
Desde este espacio le enviamos un abrazo enorme nuestro paisano José Luis Haces Fernández y deseamos que su andadura como fotógrafo, editor y promotor de la cultura en España continúe y lo haga con importantes triunfos.

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