
Cuando antes se hablaba de un recital poético, la imagen que uno tenía era la de una sala no muy grande, con una iluminacion muy cuidada —casi íntima— unos asientos muy confortables y el ambiente cargado del humo que muchos de los cigarros, ahi encendidos, producían en el espacio constreñido y en penumbras del local en cuestión. Sin embargo, las cosas han cambiado mucho y en estos tiempos en los que las distancias se acortan por la Red de redes y que las videoconferencias son el pan nuestro de todos...