La Casa de México en España nos anuncia la inauguración de la exposición "Alfredo Castañeda: de la mano del maestro" que tendrá lugar el próximo jueves 12 de marzo del 2020 a las 19:00 horas en la primera planta de dicho centro cultural, ubicado en el número 20 de la calle Alberto Aguilera de la capital española. La entrada será libre hasta completar aforo. La exposición podrá ser vista hasta el próximo 17 de mayo del 2020 en el horario normal de actividades.
En la Página web de la Casa de México en España podemos encontrar el siguiente texto que nos presenta el fascinante mundo de este pintor mexicano:
Alfredo Castañeda (Ciudad de México; 1930 – Madrid; 2010), fue pintor, pensador y poeta, con el alma dividida entre sus dos tierras, España y México.El texto anterior fue escrito por Marina Castañeda Matos, nieta del destacado pintor mexicano quien escribió un libro titulado "De la mano del abuelo" en el que recopìla textos emotivos de los familiares y amigos del artista.
Castañeda ha hecho de su obra algo insólito y maravilloso; un universo lleno de recuerdos, visiones, obsesiones, reflexiones, evasiones, sensaciones, sueños y ensueños. Ha inventado un lenguaje figurativo, alegórico y simbólico, en donde las imágenes provienen de su mundo interno y de la traducción personal de la realidad exterior. Un mundo pletórico de circunstancias, en el cual la poesía y la teología han tenido un papel predominante.
La pintura de Castañeda, como dijo Alberto Ruy Sánchez, habla de ese anhelo espiritual, de esa necesidad de emprender un viaje o de estar ya en él. Un viaje que se sabe lleno de obstáculos, de encuentros inesperados y nuevos retos. La búsqueda de un todo místico lo lleva a desear unirse con aquello que lo rebasa. El pintor se pinta a sí mismo, solo o multiplicado pero siempre frente a un vacío. Puede ser el mar, un campo inmenso o la nada. Entre él y ese vacío está la búsqueda y el camino hacia la posible revelación de una verdad que será necesaria e irónicamente fugaz.
Observemos los mares de Castañeda y dejemos que curen nuestros miedos. Celebremos lo instantáneo y reflexionemos sobre lo que perdura. Estas conexiones se narran en la muestra con un hilo de color rojo, el cual teje el espacio y te dan la mano a conocer el mundo terrenal y el mundo interior del artista. El espacio atrae al pensador, le invita a sentarse a que contemple el silencio en la obra.
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