jueves, mayo 28, 2020

María Jesús Urtaran: difundiendo la cultura y el intercambio académico entre México y España

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Una parte importante de la comunidad de mexicanos en España debe su estancia en tierras hispanas a razones académicas. Ya sea porque están estudiando una especialización, una maestría, disfrutan una beca o simplemente por un intercambio académico entre una universidad mexicana y una española. María Jesús Urtaran Cruces es una mexicana que lleva viviendo en España gran parte de su vida y que precisamente es la responsable del área educativa, a cargo del tema de becas y de los intercambios académicos dentro de la Embajada de México en España.

Pero esta mujer guarda sorpresas interesantes como la de haber sido antes corresponsal en Europa de la empresa Televisa durante varios años y haber podido entrevistar a muchos personajes del medio artístico y cultural tanto de México como de España. Una frase que retrata perfectamente su personalidad y desempeño como una mexicana en España es: "...Cuando de negociar algo con una contraparte española se trata, soy más mexicana que el mole." Hemos querido compartir con ustedes una entrevista que nos muestra una personalidad interesante y fascinante como la de María Jesús Urtaran.


Ésta es la entrevista completa a María Jesús Urtarán Cruces:
  • ¿Dónde naciste?
    En México, D.F. (ahora llamada Ciudad de México pero para mí siempre D.F.), en el Sanatorio español
     
  • ¿Desde cuando estas viviendo en España?
    Desde 1977.
     
  • ¿En qué parte de España vives y porqué has elegido esa ubicación?
    Vivo en Madrid y elegí esta ciudad porque vine a estudiar Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid, carrera que hacía un par de años que se había implementado y que no había casi en ningún otro lugar de España.
     
  • ¿Cual es la perspectiva de una mujer que lleva las dos nacionalidades tan arraigadas como lo es tu caso?
    Tener la nacionalidad mexicana y española no sólo no me crea conflicto alguno sino que una complementa y enriquece a la otra, y viceversa. Sufro los percances que suceden en los dos países con la misma intensidad, y de igual manera disfruto y me enorgullezco de sus logros y múltiples atributos. México y España tienen dos culturas extraordinarias que me hacen sentir una privilegiada. Sin embargo, hay cosas de México que me hacen sentir predilección por el país: sus extraordinarias gentes, generosas, cálidas, amables, solidarias y sencillas; su comida, que me apasiona; la luz, los olores y el colorido del país, tan especiales y únicos; y la magia que pervive y que me acerca a un mundo más primitivo y auténtico que el de este primer mundo, cada vez más lejos de nuestra esencia.
     
  • ¿A qué te dedicas en España?
    Trabajo en la Embajada de México desde hace ¡39 años!, tiempo durante el cual he estado en casi todas las áreas, aunque desde los últimos 25 años estoy en el área educativa, a cargo de intercambio académico y becas, principalmente.
     
  • ¿Se ha intensificado el intercambio académico y las becas entre ambos países?
    Muchísimo, de una forma extraordinaria. Cuando yo me hice cargo del área -que ni siquiera existía- teníamos ya la Convocatoria de Becas del Gobierno de México para Extranjeros, a través de la cual la Secretaría de Relaciones Exteriores otorga becas a nacionales españoles, principalmente para realizar estudios de posgrado e investigaciones en instituciones de educación superior mexicanas, la cual pervive hasta nuestros días. En reciprocidad, el gobierno español tenía una convocatoria, gestionada por el Ministerio de Asuntos Exteriores (MAE), que a través de la AECID otorgaba becas a estudiantes mexicanos para realizar posgrados o investigaciones en universidades españolas. Se trataba de una gran convocatoria que concedía más de 100 becas anuales a nuestros nacionales. Años después se creó la Fundación Carolina, con su propia convocatoria de becas, que acabó reemplazando a las del MAE aunque no fueran exactamente iguales, ya que la mayoría de las becas del MAE eran para hacer doctorados, con una duración de 4 años, y las de la Fundación Carolina son en su mayoría para masters, cuya duración en la mayor parte de los casos es inferior a un año. En este sentido, cabe mencionar que cuando yo llegué a España no existían los masters, lo que da una idea de hasta qué punto ha cambiado el panorama en la educación superior en España en estos años, con una oferta hoy en día abrumadora. Este hecho resultó decisivo para el desarrollo del sector de posgrado en España y coincide con el desarrollo muy marcado de los intercambios académicos entre México y España, cuyas universidades cada vez más están llegando a acuerdos para ofrecer titulaciones conjuntas. En este sentido resulta especialmente importante esta iniciativa, ya que salva el enorme escollo que supone obtener la homologación en España de estudios universitarios realizados en México, que a día de hoy no se ha podido lograr a pesar de las múltiples gestiones que nuestro país realiza de forma permanente.
     
  • ¿Cómo es tu día a día en España?
    Vivo a 30 kms. de Madrid y me gusta hacer ejercicio antes de salir de casa, lo que significa que me levanto muy temprano y también que me acuesto muy temprano. Trabajo hasta las 3 de la tarde, aunque la mayoría de las veces salgo mucho más tarde, lo que implica que como casi siempre en mi despacho. Una vez a la semana tengo un tratamiento de rehabilitación postural (RPG) que es muy poco conocido en España pero muy bueno para las personas que tenemos problemas óseos, -casi siempre derivados de accidentes- y con frecuencia voy a acupuntura, en la que creo firmemente y que me mantiene operativa tras sufrir un ictus en 2013. Dedico una tarde a la semana a mi preciosa nieta, que tiene dos años y es un terremoto que me hace muy feliz y me carga de energía positiva. Voy al cine a menudo, salgo a comer un par de veces por semana con mi pareja y amigos, y todos los días leo antes de acostarme, lo que significa que casi nunca veo la televisión ¡no tengo tiempo! Los fines de semana vienen mis hijos y mi nieta a casa a pasar el día, y muchas veces también amigos, estos últimos sobre todo en verano, que es cuando organizamos barbacoas y pachangas en el jardín. Y todas mis vacaciones, en lo posible, viajo, que es mi gran pasión desde que era niña; ¡podría vivir una vida errante!
     
  • ¿Qué significa para una mexicana pertenecer al servicio diplomático mexicano al trabajar en la Embajada de México en España?
    Ante todo debo aclarar que trabajar en una embajada no te hace diplomática. Los diplomáticos, en el caso de México, son los miembros del denominado Servicio Exterior Mexicano de la Secretaría de Relaciones Exteriores, todos de nacionalidad mexicana, que son funcionarios de carrera que empiezan desde el nivel más elemental y van ascendiendo hasta llegar, en muchos casos, a ser embajadores. Se rigen por la ley laboral mexicana y ninguno puede quedarse en un solo país, sino que periódicamente son trasladados a otros países o a México, donde pasan temporadas en la S.R.E. En una embajada, además de estos funcionarios -diplomáticos- está el personal local, es decir, el que es contratado localmente; no puede ser trasladado y se rige por la ley laboral del pais, en este caso española; puede tener cualquier nacionalidad siempre y cuando tenga una residencia legal y un permiso de trabajo en España. Este personal se contrata, con autorización previa de la S.R.E., para apoyar a los funcionarios en su desempeño en las áreas que se necesitan, siendo en la gran mayoría de los casos personal administrativo. No es mi caso, pues tanto por mi formación académica como por haber sido adjunta al Agregado de Prensa de la embajada y después, durante 3 años, titular del área, así como por los cometidos que se me encargan desde entonces, que durante años también abarcaron asuntos de Protocolo, soy la única que pertenezco a la máxima categoría profesional que existe en este país, lo que me hace sentir afortunada pues es algo excepcional que se requiera a alguien como yo en una embajada. Y, respondiendo ¡al fin! a tu pregunta, trabajar en ella me ha brindado la oportunidad, sobre todo, de conservar mi mexicanidad y aprender el muchas veces apasionante oficio diplomático, por lo cual estoy agradecida.
     
  • ¿Has tenido algún problema para desarrollar tu trabajo en España?
    Afortunadamente, ninguno.
     
  • Por cierto, ¿con qué importantes personajes mexicanos has trabajado en tu labor profesional en el IMEX?
    He tenido la enorme fortuna de trabajar directamente con tres destacados poetas, que han estado a cargo de la Agregaduría Cultural: Hugo Gutiérrez Vega, Jorge Hernández Campos y Jorge Valdés Díaz-Vélez, con quien guardo una cercana amistad y a quien quiero muy especialmente. También he de nombrar a Lucía García-Noriega, Consejera Cultural en la embajada, una extraordinaria gestora cultural que después de estar aquí fue Secretaria de Cultura del D.F., y a Pablo Raphael, escritor y ensayista, actual Director General de Promoción y Festivales Culturales de la Secretaría de Cultura, que fue director del Instituto de México en España, área en la que trabajé durante 12 años, y durante cuya gestión estuve a cargo de la newsletter del IMEX. También trabajé a las órdenes de ese gran jurista e historiador mexicano, el Dr. Jaime del Arenal Fenochio, quien tras su paso como director del IMEX, cargo que ocupó durante 6 años, fue embajador de México en Ecuador y ante la Santa Sede. Como encargada del Área de Prensa, trabajé directamente bajo las órdenes de los embajadores Rodolfo González Guevara, Alfredo Baranda García y Enrique González Pedrero. En aquélla época mi vecino inmediato de despacho fue Otto Granados, quien posteriormente fue Gobernador de Aguascalientes y embajador de México en Chile en dos ocasiones, a quien traté mucho y guardo mucho aprecio; la última vez que lo vi fue en Madrid, hace año y medio, cuando en su calidad de Secretario de Educación Pública lo acompañé a visitar a la Ministra de Educación española, Isabel Celáa, junto con el Cónsul José Antonio Mendoza Labra, por entonces Director del IMEX. Me siento especialmente afortunada pues con la mayoría de ellos guardo una relación de amistad, especialmente estrecha en algunos casos.
     
  • Nos gustaría que nos contaras algunas anécdotas de cuando fuiste corresponsal en Europa de Televisa
    Esta es una pregunta difícil de responder para mí, ya que mi paso por Televisa Europa, que dirigía el inolvidable Juan López Moctezuma, director de cine, productor, actor y locutor de radio mexicano, fue muy intenso y abarcó trabajo en televisión y radio (XEW y XEX, donde tenía un programa semanal de espectáculos). Cuando entré sólo estaba María Elena Leal, la hija de Lola Beltrán y Alfredo Leal, como reportera, así que sólo éramos 2 para cubrir tanto noticias (24 Horas y el noticiero matutino de “Meme” Garza) como deporte y espectáculos, ya que surtíamos de reportajes a todos los programas que nos lo solicitaban. Fue una época especialmente activa en lo político, en plena transición democrática y con ETA cometiendo atentado tras atentado (me tocó cubrir varios, lamentablemente). Entrevisté a Adolfo Suárez cuando era presidente del Gobierno, y a Felipe González como jefe de la oposición, entre otros muchos líderes políticos. El intento de golpe de Estado en 1981 me agarró en La India, cubriendo una conferencia de países no alineados. Por su parte, Raúl Velasco nos demandaba mucho material, de forma que puede decirse que conocí a casi todos los cantantes que eran alguien en aquélla época. Hice una especie de videoclip con Alberto Cortéz en el teleférico, cuando aún no se estilaban; visité la casa de Perales en Cuenca; la de Rocío Dúrcal en Torrelodones; la de Camilo Sesto en La Florida; la de Lola Flores en María de Molina, la de Raphael, la de Paloma San Basilio… y a la de Rocío Jurado, en La Moraleja, fui en varias ocasiones, algunas de ellas no por motivos laborales sino como invitada; tenia una energía inmensa y su alegría era contagiosa. Entrevisté en Madrid a Pedro Vargas, a Lola Beltrán, a Plácido Domingo, a Juan Gabriel, quien me regaló en una ocasión las plantas que la gente le llevó a su camerino, una de las cuales era un pequeño ficus que acabó siendo un árbol inmenso en el jardín interior de mi casa y que me acompañó desde entonces. Con Massiel y Armando Manzanero pasé veladas entrañables en Palma de Mallorca durante un festival al que acudimos ¡no sabría decir quién sabía contar mejores chistes!… en Mallorca conocí también a Silvia Krystel (la célebre y encantadora protagonista de Emmanuelle) con quien pasé todo un día de plática y risas… A Julio Iglesias lo entrevisté en varias ocasiones igual que a El Cordobés (a éste lo visité en una ocasión en su finca en Córdoba), dos playboys en toda regla, igual que Hugo Sánchez…. Nombro solo a algunos, pero los conocí a todos; fue una gran época, la época de la movida madrileña, que gocé intensamente (entrevisté a Pedro Almodóvar, a Alaska -por si alguien no lo sabe es mexicana-, a Carmen Maura, a Bibi Andersen…) . Pero a quien recuerdo con más cariño es a Juan Rulfo. Lo conocí en Las Palmas de Gran Canaria durante un Congreso de Escritores de Lengua Española y me concedió una larguísima entrevista en la que hablamos de todo, incluido lo personal, parte de lo cual borré a petición suya. Era una persona tímida y encantadora con la que compartí casi todas las comidas de los días que duró el congreso porque no le gustaban las multitudes, durante las cuales me narró multitud de anécdotas de su infancia, maravillosas. También recuerdo especialmente una estancia mía en México, durante unas de mis vacaciones, cuando me pidieron una entrevista para la XEW al Indio Fernández, que acabó durando ¡3 semanas! Me hacía ir todos los días 2-3 horas por lo que acabé reuniendo un enorme material que se emitió por tandas pero, sobre todo, pude conocer muy a fondo a este extraordinario personaje.
     
  • ¿Qué reacciones percibes cuando la gente sabe que eres mexicana?
    Los españoles adoran a México y a los mexicanos, su comida y su música tradicional, así que ser mexicana es la mejor tarjeta de presentación que se pueda tener en España.
     
  • Ahora que estamos sufriendo el "estado de alerta" que nos mantiene confinados en nuestros hogares, ¿como llevas el encierro?
    Maravillosamente bien. Además de ser muy casera, tengo la fortuna de tener un amplio jardín, por lo que no me siento encerrada. Teletrabajo, hago ejercicio, trabajo en el jardín, cocino, leo, atiendo mis redes sociales… ¡se me pasan los días volando!
     
  • ¿De qué forma el Internet y las redes sociales te sirven de compañía en estos momentos tan especiales?
    Son fundamentales; es imposible sentirte sola o aislada con ellos. No soy una persona pendiente de las redes sociales las 24 hrs. del día, así que suelo conectarme en las noches porque durante el día estoy muy ocupada y responder a cada uno requiere su tiempo ¡nunca me lleva menos de hora y media o dos horas atender todos mis mensajes! En cuanto a internet, lo consulto constantemente ya que todas mis dudas e inquietudes las consulto allí. ¡y son muchas como curiosa que soy! También leo varios periódicos diarios y revistas a través de internet.
     
  • ¿Te queda alguna familia en México?
    Mi único hermano, su esposa y sus tres maravillosos hijos, uno de los cuales también es mi ahijado. Y mi mejor amiga de la infancia y su familia, a quien siempre he considerado mi familia adoptiva; tuve suerte porque nosotros éramos solo dos y mi amiga tiene 7 maravillosos hermanos a los que adoro. Precisamente durante este confinamiento “nuestra "mamá” cumplió 92 años y la familia tuvimos una videoconferencia por Zoom que duró 5 horas inolvidables. Mis padres ya no viven y tener a Doña Susana en mi vida me hace sentir que aún me queda un ancla con mis raíces.
     
  • ¿Como llevas el tema de la alimentación en España? Me refiero a si extrañas los platillos auténticamente mexicanos…
    ¡Como casi diario comida mexicana! No como pan nunca, sino tortillas de maíz. Siempre tengo frijolitos refritos y chiles serranos en el refrigerador. Como aguacate diario también. Uso achiote y cilantro muy a menudo, y mole, machaca y chilaquiles al menos una vez al mes. Por supuesto, los tacos y las quesadillas están a la orden del día en casa.
     
  • ¿Cómo mantienes viva "la llama de la mexicanidad" estando a 9000 kilómetros de distancia?
    ¿Te parece poco pasar la mitad de mi día en territorio mexicano, que es lo que es la embajada, rodeada de mexicanos y trabajando siempre pensando en lo mejor para México? Cuando de negociar algo con una contraparte española se trata, soy más mexicana que el mole. Aparte de visitar el país siempre que tengo ocasión y mantenerme en contacto permanente con mi familia y amigos.
     
  • ¿En algún momento de tu vida te planteas regresar a vivir en México?
    No. Mis hijas viven aquí y no concibo vivir lejos de ellas. 
Sin lugar a duda la trayectoria y las historias tan interesantes como las de María Jesús Urtaran Cruces, hacen que uno agradezca poderlas dar a conocer para que la gente pueda tener acceso al perfil no sólo profesional sino tambien humano de una mexicana que desde hace varias décadas trabaja intensamente para difundir la cultura y el intercambio académico entre México y España.

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