lunes, abril 20, 2020

Jorge Valdés Díaz-Vélez: toda una vida dedicada a difundir la cultura en el Servicio Exterior Mexicano

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Toda su vida la ha dedicado a su desempeño como Diplomático de Carrera combinándolo con su pasión por la poesía y la literatura en general. Ha sido consejero cultural en las embajadas en Cuba, Argentina, Costa Rica y España, entre otros. Y precisamente en la representación diplomática de éste último país, en la que también fungió como director del Instituto de México en España, es cuando tuve el gusto de conocerlo y de trabajar conjuntamente para dar a conocer las actividades cuturales de nuestro país en tierras hispanas. Me estoy refiriendo al poeta, escritor y diplomático mexicano Jorge Valdés Díaz-Vélez 

Muchos recordamos su importante labor al frente del IME en donde coordinó y concretó la participación mexicana, entre otros muchos eventos: "...en el Festival Internacional de Cartagena, en distintos coloquios en la Casa de América o en las exposiciones diseñadas y organizadas con motivo de la Feria de ARCO dedicada a México como país invitado." Pues bien, este importante hombre de cultura ha vivido en España en varias etapas y desde hace tres años reside ya en Madrid por lo que, como un destacado mexicano en España, hemos querido entrevistarlo para que la gente lo conozca un poco, mas allá de su desempeño público.


Ésta es la entrevista completa que le hicimos a Jorge Valdés Diaz-Vélez:
  • ¿Dónde naciste?
    Nací en Torreón, Coahulia.
     
  • ¿Desde cuando estas viviendo en España?
    Desde hace 3 años, luego de haberme pre jubilado del Servicio Exterior Mexicano. Anteriormente y por motivos profesionales viví en Madrid 7 años, en dos períodos diferentes. El primero como consejero cultural de la embajada y el segundo como director del Instituto de México en España.
     
  • ¿En que parte de España vives y porqué has elegido esa ubicación?
    Radico en Madrid con mi esposa, que es madrileña y trabaja en esta ciudad. También viven aquí queridos amigos mexicanos, algunos de ellos también escritores, con los que me reúno a comer una vez a la semana.
     
  • ¿A que te dedicas en España?
    Actualmente desarrollo dos proyectos para el Sistema Nacional de Creadores de Arte, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, del que formo parte desde hace dos años y medio. Además, en estos años he participado como jurado en diversos certámenes literarios que se celebran en México y en España. Con cierta regularidad ofrezco lecturas de poesía y he tomado parte en festivales y colaborado en publicaciones y revistas de los dos países. 
  • ¿Cómo es tu día a día en España?
    Como todos los que habitamos en este país, desde hace más de un mes estoy confinado en casa y solamente piso la calle para ir al mercado o a la farmacia. Cuando no leo o intento escribir, hablo con mis dos hijos, intercambio correos con amigos y familiares, trato de hacer ejercicio, veo la televisión o alguna película y camino de la cocina a la sala o a la recámara. Y a las 8 de la tarde salgo al balcón a aplaudir con mis vecinos al admirable personal sanitario que se juega la vida para salvar las de otros.
     
  • ¿En México a qué te dedicabas profesionalmente?
    Durante treinta y cinco años me desempeñé como Diplomático de Carrera, alternando el ejercicio de mi profesión con la creación literaria. Entre 1981 y 2016 estuve destinado como consejero cultural en Cuba, Argentina, España, Costa Rica –en estos dos últimos países fui también director del Instituto de México y del Centro Cultural de México, respectivamente–, cónsul alterno en el Consulado General en Miami, jefe de cancillería, cónsul y consejero cultural en Marruecos, concurrente en Costa de Marfil, Senegal, Mali y Gabón, y jefe de cancillería, encargado de asuntos políticos y de cooperación en Trinidad y Tobago, concurrente en Barbados y Surinam. En la cancillería fui director de Convenios y Programas, director de Difusión Cultural y director de las Actividades Conmemorativas de 2010 en el exterior. En esta etapa profesional de trashumante cursé además varios diplomados y una especialidad, y durante las horas robadas al sueño escribí y publiqué alrededor de diez libros de poesía –cuatro de ellos editados en España–, dando con ello continuidad a una tradición intelectual que a lo largo del siglo XX y en las primeras décadas del XXI distinguió y enorgulleció a nuestra diplomacia. Salvo contadas excepciones, al día de hoy esta tradición está prácticamente extinguida.
     
  • Cuéntanos alguna anécdota que puedas compartirnos de cuando fungías como Director del Instituto de México en España.
    Fue muy satisfactorio haber contribuido a fortalecer el diálogo binacional y a incrementar la presencia de nuestra diversidad en España, con lo que se consiguió actualizar en este país el conocimiento de los valores que nos identifican como una sociedad plural y vigorosa. En esta accción estratégica de política exterior tomaron parte numerosas instituciones gubernamentales, académicas y privadas de los dos países. Entre otros muchos eventos, participamos en el Festival Internacional de Cartagena, en distintos coloquios en la Casa de América o en las exposiciones diseñadas y organizadas con motivo de la Feria de ARCO dedicada a México como país invitado. La realización de cada actividad requirió de varias etapas de negociaciones y gestiones, y de la participación y complicidad de muchas personas en las dos orillas.
     
  • ¿Tuviste algún problema para desarrollar tu trabajo en España?
    Fundamentalmente de carácter administrativo derivado del exiguo presupuesto para diseñar proyectos ambiciosos de diplomacia cultural.
     
  • ¿Has tenido algún problema en tu vida cotidiana en España cuando la gente sabe que eres mexicano?
    Ninguno. La gente identifica mi nacionalidad a primera vista o en los primeros minutos de una conversación. Sin embargo, pocos me han preguntado por mi origen. Creo que debido a las afinidades históricas, lingüísticas y culturales, los mexicanos en España somos aceptados y respetados como uno más, lo que contribuye a diluir la sensación de extranjería que forma parte de la vida peregrina.
     
  • ¿De alguna forma la literatura y tu poesía te sirven de compañía en estos momentos tan especiales?
    Sin duda. La lectura y la reflexión forman parte de mi cotidianeidad. La escritura creativa avanza a su ritmo elusivo y atemporal, como corresponde a la poesía, género que desconoce horarios y confinamientos.
     
  • ¿Mantienes algún tipo de comunicación con tus familiares en México, para informarles de la situación en España? ¿Cómo lo haces?
    Hablo continuamente con mis dos hijos por vídeo llamada, y por WhatsApp con muchos amigos mexicanos y españoles para compartir ideas o comentarios sobre esta pandemia que nos afecta a nivel global. Esto nos mantiene informados y animados sobre el día a día individual y colectivo.
     
  • ¿Tienes familia aquí en España?
    Sí, a mi esposa, que es también poeta.
     
  • ¿Como llevas el tema de la alimentación en España?
    Sin ningún problema. Se encuentran aquí muchos de los productos de nuestra gastronomía y hay algunos buenos restaurantes mexicanos. Me he acostumbrado a la comida española y a la dieta mediterránea. Sin embargo extraño algunos platillos que solamente en México se pueden preparar.
     
  • ¿Te has planteado residir definitivamente en España o te planteas a corto o mediano plazo regresar a México?
    Vine a residir de manera definitiva sin perder los vínculos con mi país, a donde he regresado cada año para convivir con familiares y amigos. Ahí están mis profundas raíces mexicanas, mis señas de identidad y mis nostalgias, el Nostos, pero mi presente se encuentra en Madrid.
Haber conocido a Jorge y, sobretodo, haber trabajado codo con codo con él dando a conocer la cultura mexicana en España es y ha sido un gran orgullo. Pueba de ello es este pequeño pero sincero homenaje que le dedico con esta entrevista.

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