lunes, marzo 31, 2014

Se presenta en el IME la exposición fotográfica "Cercanías de Paz" de Miguel Ángel Merodio

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Un personaje de la talla del gran intelectual y poeta Octavio Paz no puede transcurrir por la vida sin dejar una importante huella en múltiples manifestaciones artísticas, siendo la fotografía una de ellas, sin duda alguna. Los testimonios gráficos de su vida, sus acciones y su transcurrir cotidiano se van acumulando en una especie de testamento visual que van dejando huella de su paso por la vida, y gracias a ella podemos disfrutar, aún después de que el protagonista ha dejado este mundo, de un legado que todo mundo agradece.

El próximo miércoles 2 de abril del 2014 en punto de las 19:30 horas se inaugurará, en el Instituto de México en España, ubicado en la parte baja de la Embajada de México en España, la exposición fotográfica "Cercanías de Paz" del artista de la lente Miguel Ángel Merodio. A lo largo de veinticinco años, Merodio "...no solo ha dejado constancia visual de muchos momentos de la vida del Nobel mexicano, sino también de quienes lo acompañaron en sus iniciativas y que han continuado su legado crítico y literario."


La exposición reúne alrededor de 40 fotografías de grandes figuras de la literatura, la filosofía y las artes, como Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Salvador Elizondo, Álvaro Mutis, Enrique Vila-Matas, Fernando Savater, Frederic Amat, Pere Gimferrer, Juan Villoro o Carlos Barral, entre otros.

En el tríptico editado por el Instituto de México en España se puede leer el siguiente texto escrito por el filósofo español Fernando Savater:
Si es cierto que se conoce a un hombre por sus aledaños, esta exposición puede servir bien para entender un poco mejor a Octavio Paz. El premio Nobel mexicano fue poeta y ensayista, pero también un extraordinario dinamizador cultural: no sólo ilustre creador él mismo sino un promotor de creación. En esa dimensión generosa se pareció a uno de los maestros que admiraba, Ortega y Gasset. Yo creo –hablo por experiencia personal pero también por testimonios espontáneos escuchados a otros– que la mayoría de los que nos acercamos a Paz para consultarle o colaborar con él, pero también a veces sencillamente para inspirarnos y aún cobijarnos junto a su presencia estimulante, salimos enriquecidos de esa fecunda y elocuente proximidad. Hay grandes figuras intelectuales que esterilizan con la fascinación que ejercen a los que tienen alrededor. No fue así el caso de Octavio Paz, todo lo contrario: él utilizó su carisma para aguijonear y alertar conciencias culturales. Tenía una vocación cívica y poseía ese arte de la conversación que Montaigne ponía por encima de todos los demás ejercicios civilizados. Incluso en sus polémicas estoy seguro de que fue útil a sus adversarios, como siempre lo es la claridad y la inteligencia de un antagonista. Creo que las figuras mas distinguidas o simplemente agradecidas que aparecen junto a él en estas imágenes no me desmentirán: su cercanía define a Paz también, no menos que el testimonio de su obra. Miguel Angel Merodio aporta aquí su habilidad como cronista gráfico y su mirada perspicaz a lo largo de los años para que comprendamos mejor, a través de su cercanía, el genio y la figura del poeta.
La exposición podrá verse hasta el próximo viernes 13 de junio del 2013, en un horario de 10:00 a 15:00 horas, de lunes a viernes, en la sala de exposiciones del Instituto de México en España.

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