Su nave, conocida como BRO (Bote de Remo Oceánico) es una pieza exquisita con lo último del diseño naval:
El bote, que fue diseñado en un astillero británico, está fabricado en fibra de carbón y mide 24 pies (7,3 metros) de eslora por 5 pies (1,6 metros) de manga, tiene una cabina hermética y remos de tres metros del mismo material y en total pesa 180 kilogramos.
Cuenta con un sistema para ponerse a flote automáticamente en caso de un vuelco y está equipado con lo más avanzado de la tecnología de navegación, una baliza de localización, un teléfono vía satélite, una planta para desalinizar agua, una estufa y paneles solares con dos baterías de litio.
Para alimentarse durante el viaje, el navegante llevará "comida liofilizada" (deshidratada) -la que consumen los astronautas- la cual hidratará con agua de mar desalinizada.
En una conferencia de prensa Abraham Levy comentó: "Mi objetivo es cumplir uno de mis sueños cuando era niño y que es cruzar el Océano Atlántico. Será un gran reto porque una cosa es por las costas de un país y otra muy diferente navegar en mar abierto. Necesito consumir unas 7.000 calorías y diez litros de agua cada día. Tendré que subir de peso unos 15 o 20 kilos, porque la travesía me hará bajar unos 25 kilos. La comida la hemos calculado para seis meses. Estoy seguro de que voy a llegar, no pienso en otra cosa y claro que tengo miedo, porque si no tienes miedo no tienes precaución, no estás alerta. El miedo no debe paralizarte sino ser tu aliado".
El reto suena interesante: viajar solo durante varios meses y consumiendo la comida que únicamente se ha podido cargar en la estrecha embarcación que no lleva ningún motor y que sólo se mueva a base del impulso de los remos movidos por su único tripulante. Abraham ha estado entrenando intensamente recorriendo 11,000 kilómetros de las costas mexicanas y espera superar esta meta de acuerdo a sus expectativas.
Nosotros trataremos de estar al tanto de las noticias que vayan surgiendo de este experimento deportivo que promete ser muy interesante.
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