Se trata de la cinta mexicana "Presunto Culpable" del director Roberto Hernández, filmada en 2008, que narra la desgarradora historia de un hombre que tuvo la mala suerte de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Organizado por el Ayuntamiento de Madrid, éste festival "... nace con el objetivo de potenciar y difundir el género documental en la medida en que éste pretende ser un reflejo de las realidades sociales, culturales, económicas, artísticas, medioambientales, etc, que existen en nuestro planeta." Actualmente es el festival con mayor asistencia de espectadores de la ciudad.
Por su parte, el director, guionista y productor —junto con Layda Negrete— del documental, Roberto Hernández pertenece a un ámbito académico alejado de las escuelas cinematográficas. Así lo demuestra el breve apunte biográfico que compartimos a continuación:
Roberto Hernández (Monterrey, 1974) trabajó como profesor de Derecho en el CIDE. Actualmente está estudiando un Doctorado en Políticas Públicas en la Universidad de California, Berkeley. Antes de convertirse en documentalista, realizó una investigación empírica sobre el sistema de justicia y los tribunales penales en México. Sin ninguna experiencia previa como cineasta, elaboró un corto de veinte minutos titulado El túnel, que ha contribuido al diálogo público sobre la reforma jurídica en México. Presunto culpable es un proyecto cinematográfico inverosímil para un académico. Sin embargo, el resultado es sorprendentemente ágil y mordaz, una unión feliz entre el discurso estético y el discurso científico.
Esta película que ya ha cosechado otros premios como el de Mejor documental en el London East End Film Festival y en los festivales de cine de San Francisco, Morelia y Guadalajara, se impuso sobre otras 22 cintas, incluyendo la ganadora del Oscar a mejor documental The Cove y las nominadas de la Academia estadounidense The Most Dangerous Man in America: Daniel Ellsberg and the Pentagon Papers y Which Way Home.
Vaya desde aquí nuestra más sincera y efusiva felicitación por tan importante premio que se suma a la lista de reconocimientos que el trabajo de dos abogados —Layda y Roberto— metidos al cine están cosechando.
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