Evidentemente esta disposición abre el camino para detenciones injustificadas y, sobretodo lo más grave, un clima de racismo y discriminación que encrispa el ambiente en ambos lados de la frontera. Con el pretexto de ser moreno o de vestir diferente los guardianes de la ley podrán detener para pedir papeles y conocer su situación migratoria.
Los mexicanos que solemos sacarle punta a todas las noticias, por buenas o malas que sean, inmediatamente han sacado un cartel —desde mi punto de vista muy bien logrado—que resume gráficamente el sentir que muchos mexicanos tenemos hacia este tipo de acciones ilegales legales.
Más que perseguir lo que se debería de hacer es de regularizar, normalizar y, sobretodo, aprovechar de manera legal el potencial laboral de cientos de miles de trabajadores extranjeros que llegan a los Estados Unidos cada año para llevar a cabo labores que los propios estadounidenses no quieren o no pueden realizar.
Veremos a ver en qué termina este tema, porque por ejemplo Barack Obama ya ha manifestado su profundo rechazo ante esta polémica ley. Por lo pronto, en Internet hay una página en donde se puede firmar una petición para boicotear al estado de Arizona hasta entonces no se anule o sea declarada inconstitucional.
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