Algunos mitos y comentarios sobre chile como el elemento distintivo de la cocina mexicana

Cuando sale el tema de la gastronomía mexicana en una reunión aqui en España invariablemente sale a relucir el asunto del picante. Se asocia de manera constante al chile con la elaboración de todos los platillos de nuestra cocina y se piensa que ardor y picor son sinónimos de comida mexicana. No me canso de insistir que hay platillos mexicanos, muchos, que no llevan ni una pizca de picante y que el chile lo añaden los comensales a su gusto y conveniencia porque en ésto, como en muchas cosas, en gustos se rompen géneros.

De ésto me estaba acordando cuando el otro día estaba yo leyendo el artículo titulado  "El picante, una bomba saludable" que ha aparecido publicado en la edición digital de la revista española Muy interesante escrito por Txema Ybarra y que aborda el tema de los chiles y su uso en la cocina mexicana.

Aunque los invito ampliamente a que lean el artículo completo, he querido transcribir aquí un párrafo que me ha parecido muy interesante:

El pasado otoño, la revista británica British Medical Journal publicó un estudio del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Pekín con la conclusión de que las personas que toman comida picante a diario tienen un 14 % más de posibilidades de vivir más años que aquellas que la ingieren menos de una vez por semana. Además, se asoció a un menor riesgo de morir a causa de enfermedades infecciosas en las mujeres y de cáncer y enfermedades respiratorias o cardiacas en ambos sexos, unos efectos positivos que se potencian en las personas abstemias. El poder antioxidante y la acción antiinflamatoria del picante pueden estar detrás de estos efectos positivos.

En fin, que intentamos poner nuestro granito de arena para desmitificar, hasta donde nos es posible, lo picoso de la comida nacional y darle al chile su verdadero y real valor dentro del abanico de sabores, texturas y colores que significa la gastronomía mexicana.