David Gaitán, nació en la Ciudad de México, el 24 de julio de 1984. Actor, director y dramaturgo. Estudió Psicología en la Universidad Iberoamericana. Licenciado en Actuación por la Escuela Nacional de Arte Teatral. Ha impartido diversos cursos de Dramaturgia, Actuación y Dirección escénica. Cofundador de las compañías Teatro Legeste y Ocho Metros Cúbicos. Ha traducido las obras Mad Forest (Caryl Churchill), Closer (Patrick Marber), Casa de muñecas (Henrik Ibsen), Sueño de una noche de verano (William Shakespeare), La raza del arca tatuada (David W. Hancock), Las tres hermanas (Anton Chejov) y Perros de reserva (Quentin Tarantino). Con la Compañía Nacional de Teatro ha dirigido más de 15 montajes, entre ellos, Beisbol, Ricardo III, Escurrimiento y anticoagulantes, Simulacro de idilio, Romeos, La ceguera no es un trampolín, Antígona y Enemigo del pueblo. Becario del FONCA en el programa Jóvenes Creadores (2015-2016). Premio a mejor dirección otorgado por la Asociación de Críticos y Periodistas Teatrales de México, por Antígona (2016). Su obra ha sido incluida en las antologías Grafías contra el planisferio paginado: antología de dramaturgia mexicana actual (UNAM, 2013) y Dramaturgia mexicana contemporánea: antología (Paso de Gato, 2016).
En la propia página del Festival, podemos encontrar este fragmento del texto que el propio actor, director y dramaturgo mexicano David Gaitán, hace sobre su obra:
Hace algunos años que monté esta obra en México, la temperatura social estaba determinada en buena medida por un hecho oscuro de la historia reciente mexicana: la desaparición forzada de 43 estudiantes (que se sumó a la de cientos de miles de personas más) por parte -presumiblemente- del Gobierno mexicano de entonces. Las salidas en masa que muchas familias hicieron con el fin de encontrar el cuerpo de sus seres queridos para hallarlos con vida o darles la sepultura que merecían hacían que el proyecto Antígona tomara una relevancia particular desde el ángulo político y un sutil peligro desde el artístico, al correr el riesgo de ser catalogada como una apuesta oportunista frente al dolor de la sociedad.
Montar esta obra en la España de 2020 implica una conversación específica a la que la obra tiene la obligación de sumarse; el proceso de montaje con el equipo español sin duda servirá como termómetro para determinar las particularidades discursivas a las que este montaje tendrá que aspirar.
Es muy gratificante ver que la obra de un mexicano incia la programación de un festival de teatro tan importante como el de Mérida.
¡Felicidades David!
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