La verdad es que el tema da mucho de si, porque todos los días aparecen en los diferentes medios de comunicación, artículos que abordan el tema y que, desde diferentes puntos de vista, se asoman al triste y espinoso tema de los 43 estudiantes desparecidos en el estado mexicano de Guerrero y que, a más de tres meses de distancia, aún no se sabe nada de ellos.
En el texto de Roncagliolo se mencionan asuntos tan delicados como éste:
Las desapariciones de Iguala recuerdan que no todo se ha vuelto bonito de repente. Durante la Guerra Fría, en la región, la educación era una trinchera de combate. Las universidades, como focos de pensamiento, eran los principales centros de protesta política. Los enfrentamientos entre estudiantes y fuerzas policiales se saldaron demasiadas veces con desapariciones, torturas y asesinatos. Cuando cayó el muro de Berlín, la educación quedó en la lista de demandas de los perdedores. Los Gobiernos liberales en general dejaron de dispararles a los estudiantes, pero consideraron que la educación era un gasto demasiado oneroso para las arcas públicas. Como resultado, los países de América Latina ostentan los peores resultados en las pruebas PISA sobre nivel educativo.Así es que, los ojos de muchas personas están puestas en México, para tratar de entender lo que está pasando y encontrar una solución a lo que pasa en nuestro país respecto a los 43 estudiantes desaparecidos en el estado de Guerrero.
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