La ceremonia, sin precedente alguno, tuvo lugar en la Residencia oficial de "Los Pinos" cuando, el ahora ex-presidente, Vicente Fox Quesada se quitó la banda presidencial para entregársela a un cadete del Colegio Militar.
El periódico español El Mundo resume, en pocas líneas, la situación en estos momentos de nuestro país:
El líder del Partido de Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón Hinojosa, por fin se ha convertido en presidente de México, cinco meses después de ser elegido en las elecciones del 2 de julio. Sin embargo, la izquierda sigue sin reconocer al nuevo presidente. El escaso margen de votos que le otorgó la victoria hizo que su rival, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, no reconociera la derrota y exigiese nuevos recuentos. El pasado 6 de septiembre el Tribunal Electoral dio por válidas las elecciones y declaró presidente electo a Calderón, pero López Obrador siguió sin admitirlo y llegó a autoproclamarse presidente de México en un acto simbólico sin valor legal.
Está previsto que a las 9:30 de la mañana (16:30 horas en el tiempo peninsular español) Calderón acuda al Congreso de los Diputados para la ceremonia solemne de cambio de poder en San Lázaro a la cual lo obliga la Constitución. Él mismo, puntaliza: "Lo reitero: asistiré al Congreso no por capricho, ni por estrategia política, sino simple y sencillamente porque así lo manda la Constitución, nada más, pero tampoco nada menos".
En fin, que ya veremos en unas horas el nivel de inteligencia y criterio que tienen nuestros políticos mexicanos. Yo, después de lo visto hasta ahora no creo que me asombren positivamente, sino más bien al contrario.
Por cierto, según el diario mexicano El Universal menciona que: "7 de cada 10 desaprueban eventual boicot al cambio de poderes" y si es confiable esa estadística sería interesante comprobar que incluso entre los que no votaron por Calderón hay quienes se pronuncian contra de las acciones llevadas a cabo por el Frente Amplio Progresista.
Hoy escuchaba en la Cadena SER (la más oída aquí en España), que comentaban ampliamente la situación de nuestro país, y manejaban conceptoscomo "fractura", "ingobernabilidad", "crisis" y hasta "este cóctel explosivo que es México". Se me puso la piel de gallina. Además Carles Francino preguntaba si hay alguna posibilidad de diálogo, algún tema en el que la izquierda y la derecha coincidan, y le respondieron que NO. Que no ven posibilidad alguna de diálogo y que lo que busca AMLO es que caiga FCH. Cómo va a caer? Con un levantamiento armado? Eso es lo que quiere? Es evidente que AMLO no busca lo mejor para México...
Siempre hay la posibilidad de diálogo cuando las partes están interesadas en tenerlo.
Calderón al parecer sí lo quiere tener puesto que lo ha mencionado en varias ocasiones, ayer mismo en el discurso del Auditorio nacional. Pero López Obrador insiste en no interesarle el dialogo.
Y yo me pregunto, ¿No sería ahora el momento ideal para en un proceso de diálogo obtener resultados que beneficien a sus seguidores y por ende al pueblo de México? ¿No es lo que busca finalmente? o , más bien, ¿lo único que verdaderamente busca es estar sentado en la silla presidencial?
Sigo sin entender a los políticos... a todos