A través de piezas sinfónicas de Debussy, Stravinsky y Brahms entre muchos otros y acompañada de una majestuosa composición visual, Chula viaja por el mundo de la música de Alondra de la Parra, deseando, buscando, arriesgando y llevándonos al límite sin saber lo que descubrirá. por el camino. Es una historia que todos reconocen con el corazón. Sueña con nosotros. The Silence of Sound es una actuación multidisciplinaria para los ojos, los oídos y el alma que se ha creado. Ya no está confinada al foso, la orquesta se convierte en una parte integral de la historia mientras acompaña y guía a un payaso en su viaje hacia la verdadera realización.
Les recordamos que las funciones tendrán lugar los días 28 de febrero y 1 de marzo a las 20:00 horas y el 2 de marzo a las 18:30 horas en la Sala Roja de los Teatros del Canal en Madrid, justo al lado de la estación de metro Canal en la capital española.Este espectáculo nació del deseo de mostrar la música. La música sinfónica tiene la capacidad de hacernos imaginar y percibir innumerables historias en las que el oyente participa con su propia experiencia y acaba convirtiéndose también en narrador. El silencio está representado por el protagonista que habita el espacio imaginario de la vida interior del Director y juega en una dimensión paralela. La dualidad es el aspecto central de este juego. Luz y oscuridad, sonido y silencio, severidad y libertad, dolor y alegría.
El ecosistema es la orquesta, tanto en la realidad como en la fantasía. Los músicos la acompañan, le muestran el camino, la confrontan consigo misma y con el mundo.
Las secciones de la orquesta son una guía sonora: El personaje comienza su historia atraído por los instrumentos de viento, que vuelan como pájaros. Esta relación la conduce, a través de emociones extremas, a otro momento de su vida: las cuerdas, que aparecen como un inmenso mar. La sección más grande de la orquesta. Aparecen otras pasiones y surgen personajes que manifiestan su personalidad a través de los sonidos. El violonchelo, con dulzura, la conduce a un amor romántico, sereno y fiable. Un hogar cálido. El violín, en cambio, la llama al peligro, a lo desconocido, a la energía inestable y voraz del deseo y la grandeza. Despierta en ella el poder ilimitado, que la conduce a la opresión y al abuso que acaban por evocar la soledad y la desesperación. Sólo ella, enfrentándose a sí misma, puede encontrar la redención.
La selección musical se compone de partes de obras completas en caleidoscopio, movimientos enteros se colocan uno al lado del otro de forma no tradicional. El objetivo es generar contrastes, sugerir texturas, colores y un nuevo carácter para apuntalar la historia.
Durante el proceso creativo, que desarrollamos juntas Gabriela Muñoz y yo, la historia nos llevó a la música y, a veces, la música nos ayudó a narrar. En la selección hay un hilo conductor, recurrentes solos de violín y violonchelo, y destaca el oboe como figura principal. Un amigo constante. Estos instrumentos se convierten en personajes.
Tanto la selección musical como la propia historia son el resultado de un proceso en el que invertimos nuestras historias personales y nuestra amistad. Gran parte de esta música representa acontecimientos reales de mi vida que he querido volcar en este viaje de autodescubrimiento. Una forma de mostrar la vulnerabilidad de la que tanto he aprendido.
The Silence of Sound sucede en una eternidad, o en un abrir y cerrar de ojos.
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