Desgraciadamente es uno de los graves problemas que afronta México actualmente, situación que se ha agudizado en los últimos años: nos estamos refiriendo a la peligrosa profesión de periodista en nuestro país. Al alarmante número de muertes que se siguen dando con virulencia se le suma la situación de los exilios que, en forma temporal, llevan a cabo los profesionales de la pluma en un esfuerzo por mantener la vida y alejarse del peligro que día con día los acecha.
Mañana 13 de marzo del 2025 a las 19:00 horas tendrá lugar en el Aula 1 del Centro Cultural Casyc (Centro de Acción Social y Cultural de Caja Cantabria), ubicado en el número 25 de la calle Tantín de la ciudad cántabra de Santander, el encuentro titulado "Desde México, de periodista a refugiado" con el periodista y defensor de los derechos humanos en México, Alberto Amaro. La presidenta del Colegio de Periodistas de Cantabria Olga Agüero, será la encargada de presentar y moderar este encuentro.
Para Alberto Amaro Jordán, periodista de 35 años de la ciudad de Atexcatzingo, en el estado de Tlaxcala, al este de Ciudad de México, su profesión no es sólo una pasión sino la herencia de su familia.
Siguiendo los pasos de su padre y su abuelo, que fueron periodistas, Amaro fundó el medio digital La Prensa de Tlaxcala en 2018. Pero al cabo de un año comenzó a recibir amenazas relacionadas con sus investigaciones sobre política, delincuencia y corrupción en el ámbito local.
Tlaxcala, el estado más pequeño de México, es un importante núcleo de trata de personas y esclavitud sexual. En la zona actúan poderosas redes delictivas de carácter familiar que trafican con niñas y mujeres jóvenes en México y Estados Unidos, entre otras actividades ilícitas.
Amaro explicó que, desde 2019, ha sido objeto de ataques, amenazas, detenciones por parte de agentes de policía e intimidación de miembros de grupos de delincuencia organizada. Lo han fotografiado, y también a su esposa e hijo, han hackeado su sitio web y han manchado su reputación en publicaciones en Facebook en las que lo han acusado de ser un delincuente. Mientras viajaba en automóvil, unos atacantes intentaron cortarle el paso y sacarlo de la carretera, y un hombre armado que circulaba en una motocicleta le tomó fotografías. Intrusos intentaron entrar por la fuerza en su casa, efectuaron disparos contra su propiedad y envenenaron mortalmente a uno de sus perros.
(continúa...)
Es inconcebible que una persona sufra de ataques y amenazas por ejercer su profesión, una actividad que, como todas las legales, merece respecto y dignidad. Resulta muy triste comprobar que el aumento descarado de la impunidad en nuestro país haya llegado a tal grado, que la gente se plantea firmemente exiliarse para poder sobrevivir.