Dirigida por el maestro Aldo Ceccato, la orquesta ofreció, dentro del quinto ciclo de conciertos titulado ""Ciudad del Paraiso", un programa ligero y accesible, pero no por eso menos virtuoso o magistral.
Asi pues, disfrutamos de obras tan populares como: Interludio y Danza de La vida breve de Manuel de Falla, Málaga de Isaac Albéniz, España de Emmanuel Chabrier, Bolero de Maurice Ravel, Capricho Español, OP.34 de Nikolai Rimsky-Korsakov y la Obertura 1812, op.49 de Piotr Ilich Tchaikovsky
Creo que la gente se quedó con un grato sabor en la boca despues de tan delicioso banquete auditivo. Incluso, muchos nos quedamos con el deseo de probar siquiera un minúsculo postre adicional, que nunca llegó porque, a pesar de los cálidos aplausos de los ahí reunidos, la orquesta se retiró tras la salida del maestro Ceccato.
Aparte de los consabidos conciertos que de vez en cuando ofrece la Banda Municipal de Música en distintos puntos de la ciudad valdría la pena impulsar y privilegiar este tipo de conciertos populares en aras de una comunicación directa de los creadores e intérpretes musicales con sus receptores naturales que son, al final de cuentas, el gran público.
Mis más sinceras felcitaciones a los creadores de este concierto que espero no sea ni el primero ni el último. Aunque para la próxima cita les sugiero que prevean colocar más sillas para el público, puesto que hace unas horas la Plaza se quedó chica ante la gran cantidad de personas que no pudieron hacerse de un sitio en los pocos asientos que se dispusieron para el concierto.
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