Ayer en la noche mi amigo Marcos me dió una gran noticia: ¡por fin aprobó el examen teórico de conducir!
Después de 4 o 5 intentos, finalmente ha podido aprobar la primera parte del trámite que se exige a muchos de los extranjeros residentes en España y a todos los Españoles para poder conseguir el ansiado carent de conducir.
Pero no es porque mi amigo Marcos, chilango de nacimiento pero residente en Málaga, sea un muchacho poco estudioso o porque su entendimiento sea limitado, al contrario, se trata de un muchacho muy luchador que se impone como metas a superar todo lo que se propone, pero es que el tema de las licencias para conducir ¡tiene... tela marinera!
Es muy complejo todo el proceso y muy complicado todo el entramado burocrático que hay que superar. Hay muchas voces a favor y muchas en contra y la bandeja de la controversia está servida desde hace ya varios meses.
En España, se ha intentado una movilización para lograr el reconocimiento de las licencias de conducir mexicanas al igual que sucede con las de otros países latinoamericanos como las de Argentina, Colombia, Uruguay o Ecuador. Y hasta el momento cuenta con 300 firmas de apoyo:
http://orojas.en.eresmas.com/
Sin embargo, insisto, el tema es muy complejo y da para muchas horas de tertulia en la que puntos a favor y en contra se podrían vertir en una controversia que se antoja extensa y espinosa.
En un primer acercamiento a este tema y sin el ánimo de agotarlo por completo el día de hoy, quiero dejar algunos pensamientos que con el tiempo prometo ampliar y profundizar:
1.- El proceso para obtener el Carnet de conducir español es muy largo y caro, sobretodo tomando en cuenta si los que se inscriben en una autoescuela son conductores experimentados con años de practica pero que, por cuestiones geográficas y burocráticas, tienen que volver a sacarse su carnet como si fueran principiantes (caso de los mexicanos en España)
2.- Intentar sacarlo por su cuenta, sin asitir a una autoescuela (y por lo tanto pagar clases teóricas y prácticas) se convierte en una lucha imposible y muy raramente ganada. (En el caso de mi amigo Marcos primero intentó sacarlo por su cuenta, pero al ver que tenía poco éxito se inscribió en una autoescuela y, ahora sí, ha aprobado el teórico).
3.- Se debería de hacer una diferenciación entre los solicitantes principiantes del carnet de conducir y los que tienen experiencia en otros países pero que, por cuestiones administrativas, tienen que sacarlo como si fueran novatos. Son dos casos totalmente distintos y deberían recibir un tratamiento totalmente diferente.
4.- Es cierto que sacar una licencia de conducir en México es una de las cosas más fáciles que hay, en la cual no es necesario, incluso, demostrar que se sabe conducir. Pero no me creo que las cosas sean diferentes en los paises latinoamericanos que sí tienen la convalidación de sus liciencias con el gobierno español. De hecho, un argentino me contaba que en su país las cosas más o menos son iguales que en México y, en el resto de los países, será más o menos lo mismo.
5.- Es obvio y evidente que el problema tiene más tintes políticos que de otra cosa. Para muchas cosas se tiene una amplia apertura y una disposición inmediata a resolver problemas, mientras que en otras no. El meolllo es encontrar dónde está la traba y tratar de superarla.
6.- Cierto es que hay muchísimas señales viales y muchas reglas que en México no existen y que se aplican en España, pero también es cierto que el examen teórico es, más que un examen de conocimientos, una especie de retruécano verbal que persigue en cada pregunta confundir al examinado más que conocer sus verdaderos conocimientos.
7.- Lo que más rabia da es que, después de pagar cientos de euros para obtener el carnet de conducir español y después de superar los difíciles examenes tanto teórico como práctico, el día a dia nos demuestra que en España se infringen las leyes de tráfico de manera flagrante, constantemente y sin que exista la vigilancia adecuada para sancionar al infractor. Por lo tanto queda un desagradable sabor de frustracion al ver que lo teórico queda muy bonito en el reglamento y que obtener un carnet de conducir es un atractivo y lucrativo negocio (para la Dirección General de Tráfico y para el conjunto de autoescuelas) pero que en la practica no sirve para nada.
Pero al fin y al cabo estamos en España y estas son sus leyes, y si estamos aqui tenemos que seguirlas a rajatabla ...ni modo.
Después de 4 o 5 intentos, finalmente ha podido aprobar la primera parte del trámite que se exige a muchos de los extranjeros residentes en España y a todos los Españoles para poder conseguir el ansiado carent de conducir.
Pero no es porque mi amigo Marcos, chilango de nacimiento pero residente en Málaga, sea un muchacho poco estudioso o porque su entendimiento sea limitado, al contrario, se trata de un muchacho muy luchador que se impone como metas a superar todo lo que se propone, pero es que el tema de las licencias para conducir ¡tiene... tela marinera!
Es muy complejo todo el proceso y muy complicado todo el entramado burocrático que hay que superar. Hay muchas voces a favor y muchas en contra y la bandeja de la controversia está servida desde hace ya varios meses.
En España, se ha intentado una movilización para lograr el reconocimiento de las licencias de conducir mexicanas al igual que sucede con las de otros países latinoamericanos como las de Argentina, Colombia, Uruguay o Ecuador. Y hasta el momento cuenta con 300 firmas de apoyo:
http://orojas.en.eresmas.com/
Sin embargo, insisto, el tema es muy complejo y da para muchas horas de tertulia en la que puntos a favor y en contra se podrían vertir en una controversia que se antoja extensa y espinosa.
En un primer acercamiento a este tema y sin el ánimo de agotarlo por completo el día de hoy, quiero dejar algunos pensamientos que con el tiempo prometo ampliar y profundizar:
1.- El proceso para obtener el Carnet de conducir español es muy largo y caro, sobretodo tomando en cuenta si los que se inscriben en una autoescuela son conductores experimentados con años de practica pero que, por cuestiones geográficas y burocráticas, tienen que volver a sacarse su carnet como si fueran principiantes (caso de los mexicanos en España)
2.- Intentar sacarlo por su cuenta, sin asitir a una autoescuela (y por lo tanto pagar clases teóricas y prácticas) se convierte en una lucha imposible y muy raramente ganada. (En el caso de mi amigo Marcos primero intentó sacarlo por su cuenta, pero al ver que tenía poco éxito se inscribió en una autoescuela y, ahora sí, ha aprobado el teórico).
3.- Se debería de hacer una diferenciación entre los solicitantes principiantes del carnet de conducir y los que tienen experiencia en otros países pero que, por cuestiones administrativas, tienen que sacarlo como si fueran novatos. Son dos casos totalmente distintos y deberían recibir un tratamiento totalmente diferente.
4.- Es cierto que sacar una licencia de conducir en México es una de las cosas más fáciles que hay, en la cual no es necesario, incluso, demostrar que se sabe conducir. Pero no me creo que las cosas sean diferentes en los paises latinoamericanos que sí tienen la convalidación de sus liciencias con el gobierno español. De hecho, un argentino me contaba que en su país las cosas más o menos son iguales que en México y, en el resto de los países, será más o menos lo mismo.
5.- Es obvio y evidente que el problema tiene más tintes políticos que de otra cosa. Para muchas cosas se tiene una amplia apertura y una disposición inmediata a resolver problemas, mientras que en otras no. El meolllo es encontrar dónde está la traba y tratar de superarla.
6.- Cierto es que hay muchísimas señales viales y muchas reglas que en México no existen y que se aplican en España, pero también es cierto que el examen teórico es, más que un examen de conocimientos, una especie de retruécano verbal que persigue en cada pregunta confundir al examinado más que conocer sus verdaderos conocimientos.
7.- Lo que más rabia da es que, después de pagar cientos de euros para obtener el carnet de conducir español y después de superar los difíciles examenes tanto teórico como práctico, el día a dia nos demuestra que en España se infringen las leyes de tráfico de manera flagrante, constantemente y sin que exista la vigilancia adecuada para sancionar al infractor. Por lo tanto queda un desagradable sabor de frustracion al ver que lo teórico queda muy bonito en el reglamento y que obtener un carnet de conducir es un atractivo y lucrativo negocio (para la Dirección General de Tráfico y para el conjunto de autoescuelas) pero que en la practica no sirve para nada.
Pero al fin y al cabo estamos en España y estas son sus leyes, y si estamos aqui tenemos que seguirlas a rajatabla ...ni modo.