viernes, agosto 11, 2006

¿Musica placentera o placer musical?

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Hoy en la mañana, mientras leía la edición impresa de El Pais, me encontré con el artículo de un "gadget" que me llamó poderosamente la atención: se trata de un vibrador que se conecta directamente al iPod para que, siguiendo el ritmo que marque la selección musical, se mueva "convenientemente" y produzca, según sus creadores, "una experiencia sexual insuperable"

El "invento" se llama OhmiBod y se proyecta como uno de los "plug-in" más interesantes de este verano. No sólamente se vende el vibrador en sí, sino que, además, hay varios accesorios que lo acompañan (liguero, aceites, fundas, etc.); incluso, existe una comunidad de usuarios en la que intercambian experiencias y archivos musicales "con efectividad probada".

Algunos testimonios que aparecen en su página web, por ejemplo el de una chica, manifiesta que: "...Me he enamorado nuevamente de mi iPod. Estoy deseando llegar a casa para encenderlo y escuchar mi música. Ha sido muy divertido el ir tocando todas mis listas de canciones para encontrar cual es la canción que más me ha 'encendido'..."

¿Será que acaso estamos traspasando las fronteras de la experiencia musical...?

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