Espacio con humo

Desde la entrada en vigor de la LEY 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, más conocida por la sociedad española como la "Ley Antitabaco", se han venido sucediendo una serie de situaciones surrealistas dignas de ser comentadas y analizadas a fondo por un antropólogo.
Me gustaría citar aqui solo un par de ellas para dar cuenta de tan singulares trances:

• Me topé el otro día, en una concurrida cafetería de la Calle Ayala, en Málaga capital, con un letrero, bien visible, que se encontraba pegado en la puerta de entrada al local y que me llamó poderosamente la atención. Se leía: "Espacio con Humo". Por curiosidad entré para percatarme la cantidad de humo que se respiraba en el ambiente y, a pesar de que había mucha gente comiendo o tomandose su café, ahí no había más humo que en la salida del tubo de escape de cualquier autobus de la Empresa Malagueña de Transporte; y eso que había mucha gente fumando. Al día siguiente, regresé al lugar con la cámara digital para capturar esa imagen que me pareció muy simpática pero, de cara a la mencionada Ley Antitabaco, muy surrealista.

• El día de hoy amanezco con una noticia que me ha "sacudido" por lo surrealista de su transfondo: "Esperanza Aguirre permitirá fumar en lugares hasta ahora prohibidos por la ley" y me quedo pasmado porque, al margen del espíritu "fundamentalista" que tiene esa ley (quien lo diría viniendo de un partido tan "progre"), me parece vergonzoso que los partidos políticos usen a los fumadores y sus angustias fisiológicas causadas por el "mono" por el tabaco, como moneda electoral para sumar o restar votos. No se puede jugar con la gente de esa manera.

Señores políticos seamos serios y ataquemos el problema de frente y sin olvidar que el gobierno recaudaba hasta ahora más del 70% del precio de las cajetillas en aranceles tributarios que van a dar a las arcas del Estado. ¿Curioso no?