Siempre me ha llamado la atención el número de imágenes de Nuestra Señora de Guadalupe que uno puede encontrar cuando se visitan las distintas y numerosas iglesias que hay diseminadas a lo largo y ancho de la geografía española. Incluso en alguna pequeña ermita de cierto pueblo muy apartado se puede llevar uno la sorpresa de encontrarse con su imagen, grande o pequeña, en alguna de sus paredes. Pues bien, desde el pasado mes de junio tiene lugar en ese maravilloso ámbito que es el Museo del Prado en la capital española la exposición "Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España" que reúne, en las salas C y D del edificio Jerónimos, alrededor de 70 piezas artísticas que registran la iconografía de la Patrona de México.
La imagen de la Virgen de Guadalupe se difundió masivamente entre 1650 y 1790, convirtiéndose en un símbolo religioso clave en España, Italia, Filipinas y América Latina. Se consideraba una imagen milagrosa, con su belleza y técnica sirviendo como prueba del favor divino hacia los habitantes de la Nueva España. Fue la imagen más reproducida y copiada por artistas novohispanos, asociada a la idea de un "icono revelado". La exposición explora su circulación en España, el impulso del culto en la Edad Moderna, las relaciones entre la Virgen de Guadalupe de Extremadura y la mexicana, y el papel de los artistas en su difusión. Presenta unas 70 obras, la mayoría provenientes de España y México, incluyendo impresos de Madrid y Sevilla.
En la página web del propio Museo del Prado, nos encontramos con un texto explicativo de la exposición, del cual entresacamos estos párrafos:
La exposición podrá verse en la capital española hasta el próximo 14 de septiembre del 2025, por lo que aún hay tiempo para aprovechar la oportunidad de disfrutar de esta muestra iconográfica de la Patrona de México.“Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España” ofrece una nueva mirada sobre el papel de la Virgen de Guadalupe como imagen revelada, objeto de culto y símbolo de identidad en el ámbito hispano. A través de casi setenta obras entre pinturas, grabados, esculturas y libros, la exposición muestra cómo esta figura religiosa, surgida en el cerro del Tepeyac en 1531, trascendió las fronteras novohispanas para convertirse en una presencia poderosa en el imaginario colectivo español.
El proyecto, comisariado por los doctores mexicanos Jaime Cuadriello (UNAM) y Paula Mues Orts (INAH), es fruto de años de investigación y colaboración entre instituciones, y se estructura en once secciones temáticas, combinando piezas de pequeño y gran formato, para mostrar desde las primeras representaciones de las apariciones, hasta las sofisticadas "vera effigies" reproducidas con fines devocionales o políticos.
El recorrido arranca con una cartografía visual que documenta la sorprendente densidad de imágenes guadalupanas distribuidas por toda la geografía española. Esta dispersión responde a factores económicos, sociales y políticos como el comercio con las Indias, la minería y el trasiego de funcionarios virreinales. Las obras reflejan tanto la devoción como los intereses de comunidades, artistas, comerciantes, nobleza y clero, que hicieron de Guadalupe una devoción compartida.
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