La artista mexicana Isae Ikenaga participa en una exposición colectiva en una galería madrileña

Estoy seguro que muchos de nosotros, la gran mayoría, sabe a la perfeccción lo que es un libro y lo que contiene. Pero si hablamos de lo que es un "no-libro" entonces quizá muchos de nosotros no sepamos exactamente a qué se refiere. He estado buscando por la red de redes y no he encontrado una definicion amplia y clara de lo que puede significar lo de un "no-libro". Y vista la situación de las cosas, me voy a atrever a proponer mi propia definición: "un No-Libro es aquel objeto que surge a partir de un libro ordinario a través de las manos transformadoras de un artista"

Pues bien, ha llegado a nuestros oídos que la artista mexicana Hisae Ikenaga "...es una de los 28 artistas que participan en esta exposición de libros de artista, que parte de la propuesta de su comisaria Laura Gutiérrez, quien, al desmontar la biblioteca de sus padres, envió a cada artista un tomo de viejas enciclopedias pidiéndoles que lo usasen como base para crear un libro de artista o un “no-libro”. Y esta muestra se expone en la editorial Ivorypress desde el pasado jueves 10 de enero del 2019 en sus instalaciones de calle del Comandante Zorita 46-48 en la zona de Cuatro Caminos en Madrid.

En la página web de la Editorial Ivorypress aparece el siguiente texto explicativo que abunda sobre la exposición en la que participa la mexicana:

Ivorypress le invita a la exposición Libro de artista—No libro, una muestra con libros de artista de Fernanda Álvarez, Irma Álvarez-Laviada, Eugenio Ampudia, Jacobo Castellano, Patricia Cayón, Maite Centol, Isabel Cuadrado, Israel de la Peña, Julio Falagán, Cristina Ferrández Box, Iranidis Fundora “Iris”, Federico Granell, Fernando Gutiérrez, Hisae Ikenaga, Concha Jerez, Santi Lara, Abigail Lazkoz, Miky Leal, Eugenio López, Enrique Marty, Ricardo Mojardín, Rafa Sendín, Marta Serna, Elisa Terroba, Elisa Torréira, Vicky Uslé, Isidoro Valcárcel Medina, Daniel Verbis. La exposición parte de la propuesta de su comisaria, Laura Gutiérrez, quien, al desmontar la biblioteca de sus padres, envió a cada artista un tomo de viejas enciclopedias pidiéndoles que lo usasen como base para crear un libro de artista o un“no-libro”. En total participan veintiocho artistas con los que, en palabras de su comisaria, ”A parte de la inmersión en el estanque creativo de la redefinición de lo cotidiano para construir una nueva realidad, se ha estructurado un proceso analítico en el que incluimos premisas relacionadas con la reutilización de ideas y elementos, el tránsito hacia nuevos lugares, las modificaciones estructurales de espacios físicos y mentales y sobre todo la relación de todo esto con la influencia vital de los distintos entornos en los que habitamos a lo largo de nuestra vida”. El resultado es una no-biblioteca que necesita la visita del público para cumplir su nueva función. Abierta hasta el 12 de febrero.

Es interesante conocer todas las posibilidades que el arte moderno puede ofrecer a partir de un libro ya descatalogado o, por lo menos, desterrado de una biblioteca.

La exposición estará abierta hasta el 12 de febrero del 2019.