Enmarcada por las calles de Avenida Juárez, Ángela Peralta, Avenida Hidalgo y Doctor Mora, la Alameda central era un lugar que había perdido mucho de su encanto al llenarse de multitud de puestos callejeros y alojando en sus bancos a gente indigente que utilizaba esas áreas no sólo como lugares de descanso sino también de aseo y de basurero.
Los turistas preferían no pasar por ahí y evitaban pasar por el jardín más antiguo de la capital, cuya construcción comenzó a finales del siglo XVI. Tomando en cuenta esto y porque era necesario rescatar este espacio urbano para que volviera a ser parte activa del Centro Histórico,el Gobierno del Distrito Federal con Marcelo Ebrard a la cabeza, decidió en marzo del 2012 iniciar la restauración en la que se invirtieron poco más de 200 millones de pesos, se reniveló el suelo, se instalaron 520 farolas, se sanearon 96 mil metros cuadrados de jardines y se restauraron las fuentes y estatuas que se encuentran en el recinto.
Fueron casi ocho meses de trabajos intensos para recuperar un espacio que se había perdido y que ahora puede ser disfrutado de nuevo tanto por los habitantes de la megalópolis como por sus visitantes.
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