martes, abril 07, 2020

Capitotada vs. Torrijas: una gran disyuntiva que une tanto a paladares mexicanos como españoles

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Estamos en plena Semana Santa y, aunque confinados en nuestra casa por el «estado de alarma» que se ha declarado en España, la gente trata de mantener sus tradiciones culturales de una u otra manera. Por ejemplo, en algunos de los canales de televisión autonómica, en estos días pasan grabaciones hechas en otros años con eventos que tienen que ver con la Semana mayor en diferentes localidades de España. Otros, sin embargo, tratan de elaborar en casa los platillos que son tradicionales de estas fechas para no perder el sabor con el que se asocia la Cuaresma.

Hablando de ésto, hay dos postres que son muy tradicionales de estas fechas: en nuestro país la Capirotada y en España las Torrijas, que se consumen ambas fundamentalmente en la Semana Santa, aunque no hay obstáculo que impida que se pudan disfrutar en cualquier otro momento del año. Sin entrar en controversias, podemos decir que ambos dulces son exquisitos y los dos tienen al pan frito como el elemento base que logra atraer hasta el paladar más exigente. Evidentemente, cada país defenderá el propio como el mejor, pero los que hemos tenido la fortuna de probar ambos, podemos concluír que cada uno tiene su chiste, su sabor y sus características que los hacen especiales, pero que ambos son deliciosos.



En este mismo espacio yo ya había escrito hace quince años, más o menos por las mismas fechas, un artículo en el que tocaba este mismo tema y ahora quisiera recuperar parte del texto que escribí aquel día:
Ahora bien, siendo yo un fanático de todo lo que tenga que ver con el Pan y sus derivados, obviamente el hallazgo de las Torrijas de Semana Santa ha sido espectacularmente sabroso. Me recuerdan levemente a aquello que en México llamamos "tostadas francesas" aunque tienen muchas diferencias que lo hacen ser un platillo tipicamente español y desgraciadamente consumido casi sólo en épocas de Semana Santa.

Hay una variante que a mi incluso me gusta un poco mas (si eso es posible):

Se usa una rebanada de pan cateto del día anterior, cortada más o menos gruesa, se remoja en vino tinto, y se fríen una satrén con aceite de oliva a buena temperatura pero que no llegue a humear para que no pierda sus cualidades el aceite. Una vez fritos se colocan en un plato donde se les espolvorea azúcar y canela. Quedan delciososos.

La misma Azul me preguntaba si tenían algo que ver con nuestra tradicional capirotada y aunque tienen ciertos puntos en común:

  • reutilización de los sobrantes del pan
  • pan frito con sabor dulce
  • regusto a canela
no tienen nada que ver puesto que las Torrijas son un plato más bien sencillo y en el cual se utiliza azúcar o miel para endulzarlas, la Capirotada es un plato más complejo, que incluye mayor número de ingredientes (queso, pasas, nueces, cacahuate) y que utiliza como base escencial para endulzar el platillo la miel de piloncillo (conocida en España como panela por la influencia del producto colombiano que se puede conseguir aqui y que es similar a nuestra versión mexicana).
Asi pues las cosas yo no podría decir cual de los dos platillos me gusta más, porque ambos son delciosos y cada uno tiene su lugar muy importante en mi corazoncito....(¿o debería decir en mi estomaguito?, por aquello que dicen que los hombres tenemos el corazón en el estómago y que precisamente es por ahi por donde nos conquistan las mujeres... en fin...)
Capirotada y Torrijas, dos dulces exquisitos que deberíamos probar de vez en cuando, no sólamente en Cuaresma, sino a lo largo del año.

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